“Grado” es, quizás, otra cosa. No es decididamente microficción. Tampoco es una novela en toda su cabalidad. Podría decir, sin temor a equivocarme, que se trata de una novela fragmentaria, que por momentos adopta la forma informe de la microficción. Un híbrido genérico. Y funciona. Es el modo en que Hidalgo mejor pudo expresarse sobre un cúmulo de inquietudes propias que no podía ya contener. Un desahogo a través del cual reflexiona y nos invita a reflexionar sobre la compleja historia de nuestra tierra. Y
lo hace con lucidez. Los personajes y acontecimientos reconocibles se suceden mostrados desde perspectivas no habituales.
Juan Romagnoli
LA BOMBA ATÓMICA EN PLAZA DE MAYO
Cayó del cielo de uno de los treinta aviones bombarderos. Pesaba cientos de kilos y venía surcando el aire a toda gravedad. Explotó al chocar en el techo del tranvía línea 305, provocando la muerte de tantos niños de primaria que íbamos en él. Fue en junio de 1955. Aun hoy los angelitos sobrevolamos la Plaza de Mayo, batiendo las alas para disipar, aunque sea de a momentos, el humo atómico de aquella jornada.
