Los pueblos, o los barrios en este caso, existen más allá de cualquier decreto o fecha fundacional, crecen y se establecen sin pedir permiso y van creando su sentido de pertenencia retroalimentándose cotidianamente. Los vecinos de Villa Insuperable no somos la excepción. Para algunos pertenecemos a Lomas del Mirador. O a La Tablada. O a Villa Madero, o a San Justo o somos la continuación de Avenida de los Corrales. Los datos certeros, por si a alguno le interesa, se los cuenta el historiador Martín Biaggini en este libro. Con un método de investigación riguroso, pudo hallar los orígenes de nuestro barrio, sus primeros pobladores, las primeras instituciones, los primeros loteos, permisos de construcción, etc., todo perfectamente documentado con planos, mapas y datos de nomenclatura municipal. Nos muestra también las huellas que van dejando los acontecimientos históricos ocurridos en nuestro país que impactaron de lleno en nuestro barrio: la llegada del peronismo, la heroica toma del frigorífico Lisandro de la Torre, la dictadura y los desa-parecidos. También el arte en todas sus expresiones: artistas populares de amplísima convocatoria han pasado por nuestros clubes: cantantes de tango, obras de teatro, orquestas típicas. Podemos encontrar también en el trabajo de Martín, los barrios dentro del barrio: el barrio federal, la villa de Las Antenas, la del Monte con sus misteriosos túneles, el desaparecido Villa Ansaldi, todos ellos comprendidos en este barrio sin límites. Y por último, el testimonio de tantos vecinos que amablemente se prestaron a su requisitoria periodística y de la que fui varias veces partícipe gracias a la generosidad de Martín. Allí pudimos tener acceso directo a las historias más increíbles relatadas en primera persona por los vecinos, los verdaderos protagonistas de este libro que hace honor (y mucho) a lo que Martín dice de sí mismo cuando se presenta: “soy historiador, pero de barrio, a mí me interesa lo que pasa en los barrios”. En eso coincidimos absolutamente. Después, si el límite norte es Salguero o Pro-vincias Unidas, o si a Lisandro de la Torre la seguimos llamando Riglos es absolutamente secundario.
Gabriel F. Gamboa Doria
