Este es un libro como el libro de arena de Borges, infinito, diverso, en el que en cada página nos adentramos a una vida y a otra y a una más. Hay una madurez en la escritura que sorprende, impacta, deslumbra. Hay una palabra esperanzadora que nos permite disfrutar del camino. Tal como dice la gran escritora (y mejor lectora) Nélida Cañas: “Cuando despertó, Alicia tuvo la certeza de que la meta no era el jardín, sino la maravillosa travesía”. Este libro es eso: una maravillosa travesía. Bienvenidos a él.
Ildiko Nassr
ALGO SE OFRECE COMO UNA OSCURA DICHA
Cuando despertó se sintió libre del dolor que la sometía. Liviana. Con los huesos huecos y con pozos de aire como los pájaros. No supo dónde estaba, pero una puerta se abría al final de un largo pasillo. A medida que avanzaba la puerta se desdoblaba en otras puertas. Pero ella, cada vez más ingrávida, no dejaba de acercarse. Solo quería mirar del otro lado.