Ventanas nos invita a recorrer, a través de los ojos de Grisel, historias de vida de una serie de personajes cotidianos y la suya propia. Cinco historias que se van entrelazando a través de denominadores comunes: el amor y el desamor. Las palabras fluyen y se unen en el hueco que deja el silencio para llenarlo de vida y ternura. Esta novela nos invita a ver cómo nos vemos, cómo podríamos haber sido y cómo somos. De lectura fluida y atrapante como nos tiene acostumbrados la autora.
Tengo una vista que me favorece para esa costumbre que acuño desde pequeña: mirar por las ventanas de los demás. Siempre tuve esa manía inventiva, ponerle marco a la vida de los otros e inventar el resto. Por eso las ventanas me son propicias. Veo retazos, imagino el alrededor. Me gustan las metonimias.