“No somos golosos, no somos gordos, no somos borrosos o pomposos. Somos los colosos cortos-cortos: hoscos y rocosos; con poco sopor, como los zorros rojos”.
Así podrían presentarse, personalmente, los minirrelatos de esta Micrología punzante como los cuchillos que no vacila en esgrimir su autora, urticante como los venenos que asoman con cautela en alguna de sus páginas, amable como ciertas sandalias de charol.
Es que la original mirada de Alexandra Jamieson aporta renovados aires a nuestra de por sí muy nutrida y variada microficción.
Luisa Valenzuela
MONSTRUOSA DECEPCIÓN
Veneno corrosivo debió fluir de sus órbitas cuando le arranqué los ojos después de conocer las atrocidades que había perpetrado. Solo sangre roja y común,como la tuya y la mía, asomó.