Eva Giacomelli toca problemas como el hambre y las injusticias cometidas contra la mujer. Y nada de eso es impedimento para que aparezca lo fantástico, como por ejemplo en el dibujo de una alumna llamada Laurita o en la pileta de la quinta de una abuela.
Entre esa teorización que abre el libro, donde se muestra el efecto de la brevedad en el lector, y el final, con un texto que respira, quien preste su tiempo a Las sirenas no cantan conocerá un fragmento de la proyección literaria de Eva Giacomelli.
Claudia Cortalezzi
Teorización
En la microficción más corta del mundo el lector queda atrapado entre una mayúscula cualquiera y el punto final.