Dos cosas concurrentes hallo en la poesía de este tiempo que me resultan fundamentales: la alusión y lo que podríamos llamar capacidad de contener; de contener todo tipo de construcciones, nociones, datos e incluso conceptos filosóficos e ideológicos implícitos sumándose o restándose a cuestiones afectivas es decir subjetivas, todo embalado, por así decirlo, y presentado en un lenguaje poético tanto más profundo y sugerente cuanto más cumple con lograr manifestarse universal sin dejar de ser personalísimo, es decir, subjetivo. Entonces la poesía trae el mundo a tu cuarto y a la vez hace de tu cuarto el mundo como en tus benditos (benditos en el sentido que le daba mi tía vieja a bendito, ejemplo: bendito muchacho que no acaba de decidirse con la nena…) poemas de la ventana chupacabra, que mas allá de perceptibles me parecen importantes.
Omar Cao
Vuelvo a casa desarmado
desnudo de preguntas
la cama está herida
y con cansancio de ayer
miro el vaso seco
en un ángulo esquivo
tan tibia cicatriz.