Mariano es un juguetón, un gran jugador y un jugado. Juega, juguetea con las palabras, con los conceptos, con les lectores, con el conocimiento científico, con el cosmos, con el cielo, con lo sagrado, con la filosofía, con lo escatológico, con lo absurdo, con lo liviano, con lo profundo, con lo erótico y con lo herético. Todos esos ovillos son juguetes con los que juega y con los que nos invita a jugar. Rara vez podrá el lector anticipar de qué va el texto hasta llegar al final: el après-coup, la develación de un elemento en un punto del recorrido que nos resignifica todo lo anterior
Leonardo Dolengiewich
FALIBLE
Crear no es fácil. A veces las cosas no salen como se las planifica. La idea era producir entidades que me hicieran compañía en la eternidad, que es tan larga, pero al poco tiempo me di cuenta de que mis bichitos me habían salido mortales.
Tremenda vergüenza me dio. No quería tener que explicarles que se arrugarían, se encogerían y después estirarían la pata. Por eso les dije que, si no querían morir, no comieran tal fruta de tal árbol. Al fin y al cabo, tampoco se necesita ser omnisciente para saber que no me iban a hacer caso.
