Un grupo de ex compañeros de colegio industrial se reencuentra después de 25 años. Luego de varias reuniones, organizan un viaje redentor al hartazgo de sus vidas en familia. Doce de ellos alquilan un Motorhome, y sin destino prefijado ni fecha de regreso, salen a la ruta.
Frustraciones de la madurez, sumadas a algunas deudas con el pasado, comienzan a contaminar la aventura, y lo que significaba una escapada entre amigos, un reencuentro con la juventud perdida, desde el primer día no sale como esperaban. Los nombres de herramientas
para mantener el anonimato, las experiencias alucinatorias, los parajes solitarios, la estática, los zumbidos y cargas eléctricas del aire, la percepción del tiempo, serán los protagonistas.
Allen, quien narra la historia en primera persona, describe lo que para él motivan los acontecimientos extraños que dominan el viaje. Entre el humo de carne asada, anécdotas y el lastre de los años, el pasado deja de ser un recuerdo para transformarse en un portal en el que la camaradería se enrarece y la ruta se vuelve un territorio incierto. Allen desconfía de Calibre. Sin saber cómo, esa sospecha se propaga en todos los viajeros, y mientras crece la sensación perturbadora de estar varados en un limbo, los excesos y la violencia irán dominando la escena.
Regresar ilesos a sus vidas ordenadas quizá no sea una tarea sencilla.